viernes, 2 de octubre de 2015

El mito. Hipómenes y Atalanta en el arte

EL MITO. HIPÓMENES Y ATALANTA EN EL ARTE


¿Qué es un mito? ¿Realidad o ficción? Sea lo que sea, el mito forma parte de nuestra vida porque está plasmado en las costumbres, la religión, la cultura, la lengua de una manera prodigiosa. Lo que está claro que existe es el espíritu y la finalidad por los que nació. Es igual si existieron o no los protagonistas. La esencia es la que sobrevive y nos enseña a sobrevivir a los acontecimientos que no tienen explicación lógica. 
Para empezar, me pareció curioso iniciaros en esta nueva entrada con este vídeo introductorio al mito griego. Es imprescindible que lo veáis desde un punto de vista cosmopolita, no como un simple cuento griego. 



Hipómenes y Atalanta: el mito

Al nacer mujer, el destino de nuestra protagonista tomó un rumbo muy diferente al que tenía por su condición.
Atalanta, hija del rey Iasos, fue abandona y creció criada por cazadores o por una osa (varía según las versiones) hasta que se hizo una mujer hermosa y excelente cazadora que se consagró a la diosa Ártemis y así preservó su virginidad.
No solo era conocida por su episodio con Hipómenes, sino también por ser la primera en herir al jabalí de Calidón. 
        Atalanta y Meleagro cazando el jabalí de Calidón, Pedro Pablo Rubens, Museo del Prado
                 




Al enterarse sus padres biológicos de su gran fama como cazadora y orgullosos de su valentía, decidieron llamarla a su presencia para demostrarle su admiración, pero al ser mujer era necesario casarla. Lo que no sabía su padre es que ella había consagrado su virginidad y eso era un gran impedimento para llevar a cabo sus deseos. No obstante, Atalanta, sabedora de sus aptitudes en la carrera, propuso un trato a su padre y así librarse de tal empeño: se mediría en un carrera con todos aquellos hombres que quisieran casarse con ella. Si ganaba ella morirían, pero si perdía sería su esposa.

Es aquí donde entra en escena Hipómenes, el cual, al oír hablar a Atalanta, no fue inepto y pidió a ayuda a la diosa Afrodita que le entregó tres manzanas de oro: en plena carrera Hipómenes iba acortando la ventaja de Atalanta tirando cada vez una manzana, la cual era recogida por ella ya que no se podía contener ante el aspecto de estas.

Atalanta e Hipómenes, Guido Reni, Museo del Prado


Hay una infinidad de representaciones artísticas sobre este pasaje del mito del momento de la carrera, en el momento de que Atalanta se agacha para recoger las manzanas. Aparte del gusto por la cultura clásica, en la Edad Media ya se empezaron a hacer interpretaciones alegóricas con un fin moralizador sobre los mitos. ¿Queréis saber cuál fue la interpretación de éste? Pero para ello tenemos que concluir el pasaje.

Al haber ganado Hipómenes, Atalante tiene que cumplir su palabra y se casa con él. Viven enamorados y felices, pero tal es su pasión que no pueden redimir el deseo de yacer y lo hacen en un templo dedicado a la diosa Cibeles. Tal oprobio hace que los castigue convirtiéndolos en dos leones destinados a tirar del carro de la diosa y a no poder ni mirarse eternamente.
Esta situación la tenemos inmortalizada en la estatua de la diosa Cibeles en pleno centro de Madrid.


 
Escultura de la Fuente de Cibeles, Madrid

Como podéis apreciar en la fotografía, los leones están totalmente con la cabeza girada: he ahí el castigo de la diosa. Además, los podemos encontrar en la entrada del Congreso de los Diputados en Madrid, sobre lo cual he encontrado una noticia en un conocido periódico que quiero compartir con vosotros como una mera anécdota.




Alejándonos de la materia humanística, esta diosa con su carro tirado por los protagonistas de este post es utilizada para celebrar triunfos en el deporte. El Real Madrid de fútbol, incluso la selección española también se acercan a compartir con ella sus grandes victorias.

Este vídeo nos acerca a este punto de vista.

Sin más dilación, despejemos la incógnita. ¿Qué interpretación dieron a este mito? Pues imaginaos. Seguro que la mujer tiene la culpa.
Digo esto porque si leéis diferentes interpretaciones de mitos a partir de la Edad Media y ya con la religión cristiana como guía del pensamiento y forma de vida. encontraréis esa postura machista (considerada desde un punto de vista laico y más moderno) contra las mujeres en el sentido de que la mujer representa el pecado (cf. Adán y Eva), esa naturaleza ambiciosa de conseguir oro a cambio de lo que sea, mientras que por otro lado está Hipómenes, la representación de la pasión carnal. También se considera a Atalanta una mujer independiente que intenta vivir lejos de las pretensiones masculinas pero al final, como manda el orden establecido, vuelve a los brazos del hombre.

Para terminar y dar el broche de oro a este post, me gustaría comentar grosso modo un elemento muy usual en la mitología clásica y que ha sido el causante de infinitas tragedias en la antigüedad y también en tiempos más contemporáneos: la manzana.


Os he confeccionado un pequeño collage con los tintes de manzana que tenemos desde el maestro Rubens, por ejemplo, hasta las películas Disney como Blancanieves y la Bella Durmiente. Os explico.

La manzana, gran causante de males por su aspecto apetitoso, unas ocasiones de oro, otra como un simple fruto. En la mitología clásica el problema lo suele causar una manzana dorada, de los famosos árboles del jardín de las Hespérides, que proporciona hasta  la inmortalidad. De ahí las tomó Venus para dárselas a Hipómenes, cuyo fin no parecía presagiar nada malo, pero después no trajo nada bueno, sino la desdicha eterna de nuestos protagonistas; en las bodas de Tetis y Peleo, padres del famoso héroe troyano Aquiles, tuvieron también su protagonismo. A su enlace invitaron a todos los dioses menos a la diosa Eris, la discordia. ¿No os suena de algo esto? Continúo a ver si se os refresca la memoria. Al enterarse de que no había sido invitada, se presentó en la boda y lanzó una manzana dorada en la que ponía: <<para la más bella>>. En ese instante ya sembró la discordia entre tres diosas que se consideraban a sí mismas la más bellas: Atenea, Hera y Afrodita. Y justo ahí se desencadenó el principio de lo que le daría su gran fama a Homero: la Guerra de Troya. Para decidir quién era la más bella eligieron a Paris, un joven pastor muy sabio, por orden de Zeus. Cada una le ofreció un don, pero él se decantó por poseer a la mujer más bella, Helena de Troya. Y de aquí nace el famoso juicio de Paris y Afrodita sea considerada la diosa más bella. 
¿Seguís sin verle parecido con algún cuento más moderno? ¡En efecto! Maléfica es Discordia y de distinta manera lanza un maleficio contra los reyes por no haberla invitado a la presentación de su hija, la princesa Aurora, conocida como la Bella Durmiente.
Por otro lado, en pasajes posteriores en el tiempo, la manzana pasa a ser un mero fruto natural, no de oro, pero de apariencia muy suculenta e inevitable de darle un bocado. Os remito entonces al pasaje de la Biblia con el pecado de la manzana y otro más mundano es el cuento de Blancanieves, cuya madrastra pretende acabar con ella dándole una manzana envenenada, pero que al final el beso de amor de un príncipe azul la salvará del hechizo.
¿Os dais cuenta la cantidad de paralelismos entre distintas y muy diferentes épocas? 
Esto sólo significa una cosa: somos la parte viva de una tradición acontecida a lo largo de los tiempos.






miércoles, 16 de septiembre de 2015

Las Metamorfosis de Ovidio

¡Buenas tardes!

Debido a un pequeño catarro, me he mantenido en "off" durante unos días muy a mi pesar pero ya vuelvo con las pilas cargadas y un nuevo e interesante post.

¿Habéis leído las Metamorfosis de Ovidio? Lectura difícil pero muy recomendable. Cualquiera no puede leerlas pero con una buena introducción a la mitología o siendo un poquito autodidacta es posible. Quien haya leído esta magnífica obra sabe muy bien a lo que me refiero.

Me he decidido a daros a probar un trocito de este placer literario. Seguro que tras esta entrada os dais cuenta de que os resulta muy familiar. ¡Pues comencemos!

Antes de comenzar, quería dedicar este post a mi querida amiga y colega Lidia Fernández Díaz, latinista y gran amante de Ovidio. 

                                                                                                                     
  Tibi, mea amica : ex toto corde

Ahora sí. ¡Comenzamos!


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LAS METAMORFOSIS DE OVIDIO

<<[...] ore legar populiperque omnia saecula fama,


                                                                                     (Met. XV 878-9)

Con estas líneas culmina Ovidio su obra las Metamorfosis: << seré leído por la boca del pueblo, y a lo largo de todos los siglos gracias a la fama, si algo de verdad tienen los vaticinios de los poetas, viviré>>. De  esta manera deja patente que la condición de poeta le concedía la inmortalidad.

Antes de adentrarnos en características de forma y contenido, hagamos un pequeña introducción a su obra y biografía.


  • Publio Ovidio Nasón (del 43 a. C. - Tomis, actual Constanza17 d. C).

Estatua de Ovidio en Constanza, realizada por Ettore Ferrari
Nació en un momento de grandes acontecimientos en Roma: un año después del asesinato de Julio César, coincidió con la muerte de Cicerón y la formación del Senado Triunvirato.
Viajó mucho debido a su afán de aprender y estudió en Roma, Grecia y Asia Menor. Se introdujo en el círculo literario de Valerio Mesala Corvino y disfrutó de una vida acomodada pero, tras el edicto de Augusto en el 8 d.C., fue desterrado a Tomis, la actual Constanza, en Rumanía, donde murió solo y olvidado. ¿Pero por qué fue desterrado? 

En este punto ya entramos en las típicas dos versiones: la pública y la privada. Como pasa en nuestra sociedad, siempre hay intrigas con personajes públicos o ilustres (este último, usado por tradición pero sin sentido) que por librar su honor de semejante juicio, cortan cabezas y establecen castigos ejemplares para acallar al pueblo. Pues lo mismo sucedía en Roma y sufrió Ovidio. No era posible que la redacción de volúmenes o versos de costumbres, inocentemente unidos a consejos sobre las causas de la seducción (Ars amatoria, Remedia Amoris, y  Medicamina faciei feminae), pudieran escandalizar al maduro emperador. Las sátiras de Horacio fueron más picantes, pero Augusto no halló en ellas motivo de reprensión.

Leyendo en internet acerca de esto, he encontrado en www.e-torredebabel.com, portal de Filosofía, Psicología y Humanidades, un artículo sobre Ovidio donde trata este aspecto de su vida de una manera muy sencilla y directa. Os pego la parte más interesante.

<<Lo que sucedió a Ovidio es una prueba de la esclavitud en que vivían los romanos. El poco caso que los emperadores hacían de la observancia de las leyes lo comprueba el ver que Octavio, faltando a ellas, desterró a un hijo de una familia ecuestre. Antes de aquella época se necesitaba la aprobación de un plebiscito, de una ley nacional, para privar a un romano de su patria. Aunque una cábala desterró a Cicerón, fue desterrado, sin embargo, con arreglo a las leyes. El delito que cometió Ovidio fue sin duda haber presenciado algo vergonzoso en la familia de Octavio. Los doctos no han podido saber a punto fijo si encontró a Augusto cometiendo deshonestidades con un mancebo, o si sorprendió a algún escudero en brazos de la emperatriz Livia, con la que Octavio se casó estando embarazada de otro, o si vio a Augusto ocupado con su hija o con su nieta, o haciendo otra cosa peor. Lo más probable es que Ovidio sorprendió a Augusto en un incesto. Un autor casi contemporáneo, Miuntiano Apuleyo, dice: «Pulsum quoque in exilium quod Agusti incestum vidisset.» Octavio Augusto tomó para desterrarle el pretexto de haber publicado un libro inocente, El arte de amar, escrito con decencia, en el que no se encuentra una palabra obscena. El pretexto fue ridículo. ¿Cómo era posible que Augusto, de quien todavía conservamos versos deshonestos, desterrara a Ovidio por haber facilitado a sus amigos algunos años antes copias de El arte de amar? ¿Cómo podía afear a Ovidio una obra decorosamente escrita, al mismo tiempo que aprobaba versos de Horacio, en los que este poeta prodigaba las frases más infames de la prostitución? Era indudablemente impudente vituperar a Ovidio y tolerar a Horacio. Es claro, pues, que Octavio alegaba una mala razón, no atreviéndose a declarar la razón verdadera. La prueba de que el motivo del destierro de Ovidio fue haber presenciado algún estupro, algún incesto, alguna infame aventura secreta de la sagrada familia imperial, es que Tiberio, ese monstruo hipócrita y lascivo, cuando ascendió al trono no levantó el destierro a Ovidio, que en vano lo suplicó al autor de las proscripciones, al envenenador de Germánico, que fue sordo a las súplicas del desventurado poeta, que continuó viviendo en las orillas del Danubio>>.
Creo que queda claro el motivo del destierro. Como manda la "tradición", la injusticias a mano de poderosos están a la orden del día. Sólo hay una cosa reprochable a Ovidio: que elogiara a Augusto y Tiberio, pues en el fondo de su corazón albergaba el deseo de que otro Bruto librara a Roma de Octavio.

  • La obra ovidiana
¡Qué recuerdos me trae la portada de este libro!
Fue en 2º de carrera cuando descubrí a Ovidio, de la mano de los doctores Mª José Muñoz Jiménez y Vicente Cristóbal López (UCM), y como a la mayoría, me cautivó. Esa forma de contar, relatar y despertar cualquier sentimiento es grande. Grande como lo fue él. Aprender a través de los sentimientos es algo habitual en la vida, pero a veces pagas un precio muy alto por ello. Con Ovidio era distinto: aprendes de una manera dulce, pues poco a poco te va atrayendo sin darte cuenta que ese tomo de seiscientas páginas se ha terminado.

¡Cuántos paralelismos en el arte, en la literatura, en el cine, en el día a día! Aunque hayan pasado siglos y siglos sigue estando presente Ovidio y lo que él representa: la cultura clásica. ¿No creéis que por eso se merece seguir vivo?

Sin más preámbulos, haré una pequeña introducción sobre el conjunto de sus obras.

Gracias a Tibulo y Propercio (poetas elegíacos en época de Augusto), Ovidio escribió Amores, elegías dedicadas a Corina, una amante probablemente imaginaria; su tragedia no conservada, Medea; Heroidas (Epistulae Heroidum), cartas escritas por varios personajes míticos femeninos a sus amantes; la trilogía Arte de amar (Ars Amandi), Remedios de amor (Remedia amoris) y Cosméticos para el rostro femenino (Medicamina faciei feminae); Metamorfosis, epopeya que recoge gran parte de la mitología grecorromana; Fastos, sobre el calendario romano; Tristes (Tristia) y Pónticas (Epistulae Ex Ponto), de inspiración evidentemente personal y sombría ya que las compuso en el exilio; y por último, Ibis, breve poema sobre la enemistad con un antiguo amigo, y Haléutica, de dudosa atribución, sobre la pesca.
Tras este breve paso por la obra ovidiana, nos centramos en la obra por la que se empezó a escribir este post: las Metamorfosis.
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LAS METAMORFOSIS DE OVIDIO


Esta obra de Ovidio es una creación de continuidad cronológica desde el origen del mundo hasta la época de Augusto. El poeta se inspiró de su propia meditación sobre el arte, haciendo surgir lo que no existe de la naturaleza. Utilizó el hexámetro dactílico porque tenía muy claro que su obra iba a tener tono épico al estilo de la Ilíada y la Odisea.

Según Aristóteles, Ovidio quebrantó el hilo conductor de las Metamorfosis porque hace una mezcla de tonos según su criterio. Debido a esto,E. J.  Kenney, latinista inglés y traductor de las obras de Ovidio, catalogó esta obra como "un poema épico sui generis" es decir, una antología de géneros.
Está formado por 15 libros, 250 episodios y 11.991 versos, con gran variedad de temas reflejados en numerosos mitos y leyendas.

A lo largo de la historia no ha pasado indiferente, pues en la Edad Media gozó de gran éxito debido a la cristanización de los mitos paganos en Ovidio moralizado (Francia, siglo XIV); Alfonso X el Sabio las utilizó como fuente histórica de su Grande e General Estoria (s. XIII); y fomentó una gran imaginación y capacidad de fabular en el arte: escultura, pintura, tapices, portadas de las catedrales (este punto lo desarrollaremos aparte en otro post para darle la importancia que merece) y música (operas como Dafne de Richard Strauss, Acis y Galatea de Händel; comedias musicales como My Fair Lady, nacida del mito de Pigmalión).

Os invito a disfrutar del final de la ópera Dafne de Richard Strauss y hagáis comentarios al respecto.



  • Temática
Los estudios apuntan que en las Metamorfosis se producen unos 175 cambios de forma: 54 en animales, predominando en aves y mamíferos; 27 en piedras; 22 en plantas/ árboles; 9 apoteosis; y muchas otras relacionadas con dioses, magia y seres humanos, éstas últimas las más importantes.
Al final de esta entrada, haré un homenaje al mito de Hipómenes y Atalanta, el cual está relacionado estrechamente con la ciudad que me vio nacer, Madrid, y cómo no, porque es uno de los pasajes preferidos de mi gran amiga Lidia.

  • Géneros literarios
Se le considera el mejor heredero de esa clase de <<contaminatio>> por la gran cantidad de géneros que utiliza en su obra. Desde las epopeyas de Homero a Virgilio, Hesíodo con su Teogonía y Catálogos, los Ciclos, la épica alejandrina con Apolonio de Rodas, las epopeyas nacionales de Ennio y Nevio, claros ecos trágicos de Eurípides en el tratamiento de los personajes y su análisis psicológico y la perfección de Sófocles , elegía desde Teócrito y autores alejandrinos hasta Propercio y Tibulo, epigramas sepulcrales y votivos mejores que los encontrados en Virgilio, la fuente filosófica del neopitagorismo y estoicismo de Varrón y el epicureísmo de Lucrecio.

Ovidio no ofrecía novedad, sino que ya tenía el antecedente del poeta Q. Ennio (carmen perpetuum = distribución cronológica), que en sus Anales mezcló la épica de Homero con la poesía didáctica de Hesíodo y la elegía de Calímaco (carmen deductum = ars o técnica formal).

  • Pervivencia de las Metamorfosis
Sería una osadía poder resumir en unas líneas la gran trascendencia que ha tenido la obra de Ovidio en el arte universal. Por lo tanto, se merece una entrada exclusiva. 
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Espero que os sea útil y os anime a adentraros en la cultura clásica de la mano de Ovidio, que para empezar sería un excelente maestro. 

Muchas gracias por estar ahí y nos vemos en el siguiente post:

 Hipómenes  y Atalanta: del mito al arte
Noël Hallé, La carrera entre Hipómenes y Atalanta,1762 (Museo del Louvre, París).

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Medea y Unamuno


CURIOSIDADES ENTRE CLÁSICAS E HISPÁNICAS

Buscando información por internet me he encontrado esta reciente noticia. Os dejo el enlace para que le echéis un vistazo.


 <<Unamuno tradujo la Medea de Séneca a petición del gobierno español, traducción terminada a primeros de mayo de 1933. La hizo para la inauguración del Teatro Romano de Mérida y la pusieron en escena, el 18 de junio de aquel año, Enrique Borrás y Margarita Xirgu. Unamuno compuso luego en verso los Coros para que Oscar Esplá les pusiera música. Pero no llegó a tiempo para representarse. Aunque la traducción de Unamuno no se publicaría hasta 1954, los versos han permanecido inéditos hasta hoy>>.

Aquí os dejo otro enlace para que leáis más sobre esto.



Tal evidencia es ineludible: Medea perdura a través de los siglos a pesar de su delito.

Mérida, 1933. De izquierda a derecha, los arqueólogos Maximiliano Macías y José Ramón Mélida, Margarita Xirgu, Miguel de Unamuno y los actores Amalia Sánchez Ariño, Enrique Borrás y Alberto Contreras en el estreno de la Medea que escribió Unamuno para la Xirgu. / ARCHIVO MUSEO DE BADALONA



Para dar el broche final a esta humilde entrada sobre Medea para inaugurar mi blog, os dejo un material emitido en TVE.
Es de agradecer que, a pesar del poco interés que se le otorga a la cultura clásica y sí a otras cosas más mundanas, siempre haya un haz de luz para mostrar la riqueza que existe tras el griego y el latín.
Además, a colación, me emociona que uno de mis maestros, D. Carlos García Gual, sea uno de los artífices, pues eso demuestra que mi educación universitaria proviene de las mejores fuentes.

Sin más, ¡disfrutadlo!



Medea: de Eurípides a Séneca

¡Un nuevo día, una nueva entrada!

Como os dije ayer, hoy nos toca juzgar a Medea. Pero antes de eso vamos a hacer un repaso a su vida. Para ello tenemos dos fuentes ricas que la "humanizan" y la hacen salir de la dimensión mitológica: Eurípides y Séneca.

Como mi intención es hacer llegar la riqueza de la cultura clásica a cualquier lector, no sólo filólogo, iremos paso a paso y empezaremos con un breve resumen sobre la vida de nuestra protagonista.

Medea, hija de Eetes, rey de la Cólquide, y sobrina de Circe, de ahí sus conocimientos de brujería.Traicionó a su padre, despedazó a su hermano y abandonó su patria por amor a Jasón, con el que estuvo casada y al cabo de diez años fue abandonada para casarse con Glauce, hija de Creonte, rey de Corinto.



Este breve vídeo nos introduce de una manera fácil al universo de Medea.




¿Creéis que si no hubiera matado a sus hijos hubiera cambiado su fama? 

Indaguemos más profundamente. No nos limitemos a los hechos comunes. Naveguemos por la infinidad de dimensiones que engloba este personaje y sus circunstancias.

  • Mujer contra hombre, amor real contra pragmatismo, aplomo contra cobardía. En este aspecto se denota la facilidad de un hombre con hacer y deshacer a su antojo respecto a su situación de esposo y cómo una mujer está destinada a acatar tales decisiones. Pero en este caso Jasón "tocó hueso" ya que no se casó con una griega, sino con una extranjera, a la cual le sobraban arrestos. Entra en juego la moral y la dignidad: Medea no va a permitir tal ofensa sin más y tomará venganza. ¿Pero cuál es el motor de todo esto? El amor convertido en odio.

  • "Del amor al odio hay solo un paso". Así dice el magnífico refranero español. ¿Quién no odiaría a un marido misógino, con una mentalidad atada a la idiosincracia femenina griega, que juzga la pasión femenina como la gran enemiga de la templanza? (Esto también lo podemos observar en la Fedra de Eurípides). Una vez me dijeron que no había nada más peligroso que una mujer despechada. Y sí, es cierto. Cuando una mujer ama y lo da todo por un amor no permite tal ofensa. Pero pensaréis que es una brutalidad lo que cometió. Sí, lo es. ¿Y si con ese acto también liberó a sus hijos de un futuro cruel? ¿Jasón podría haber sido un buen padre si sólo se movía en su beneficio? El cinismo de Jasón llega al extremo de afirmar que la mujer es un peaje innoble que el nombre debe soportar si quiere tener descendencia. Nunca llegaremos a una clara justificación pues en nuestra mentalidad no cabe tal infanticidio, pero en la antigua Grecia sí. Recordad a Agamenón y el sacrificio de su hija Ifigenia para recibir vientos favorables en su expedición a Troya. ¿Hasta dónde puede llegar el ser humano con el alma perturbada? Su reflejo está presente desde que el mundo es mundo.
Ahora conozcamos la Medea de Séneca y empezaremos citando estos versos, preludio de lo que será la esencia de su obra:

(vv. 25-26): «Parta iam, parta ultio est: peperi».
<<la venganza ya ha sido parida: yo la he parido>>.

 Con estas palabras se deja evidente el hilo conductor del argumento, ya que el autor cordobés se centrará en el asesinato de sus propios hijos para desatar el infierno interior de la protagonista.

Mientras que Eurípides humaniza al personaje de Medea cuando en sus parlamentos se la ve atrapada en la duda de si mata o no a sus hijos, Séneca intensifica la pasión, la violencia sin piedad  y  fuera de los márgenes de la razón, pues degüella a sus hijos delante de Jasón. Con esto el autor latino busca acción, impresión y violencia en la escena, introduciendo muertes a la vista del público (cosa evitada por el teatro clásico).

Tras este breve repaso a la inagotable Medea, tenemos que tener muy claro que Eurípides y Séneca son de épocas muy diferente (varios siglos les separan) y, por tanto, la concepción de las cosas. 

Desafortunadamente siguen ocurriendo desgracias de este calibre en el mundo actual, lo cual me genera la siguiente reflexión: "El ser humano es complejo porque siente, gran capacidad otorgada pero gran mal si no se administra".



martes, 8 de septiembre de 2015

Muy buenas a tod@s!

Tras mucho tiempo pensándolo al fin me he animado a dar más cobertura a la cultura clásica. No obstante, la filología hispánica también me fascina por lo que saltaré de una a otra para que veáis la estrecha relación que mantienen. Estoy emocionada porque esto va a ser el principio de algo bonito, grande y trascendental.

Sin más preámbulos, y debido al nombre del blog, quiero hacer un homenaje a la gran villana incomprendida de la mitología clásica: Medea.
¿Os habéis preguntado cómo fue capaz de hacer lo que hizo? ¿Si actuó sola o fue incitada por alguien en la sombra? ¿Más tarde se arrepintió o se regodeó al ver que sus actos hicieron sucumbir a Jasón?
Sea lo que fuere, Medea es un personaje fascinante en muchos aspectos. Pero debido a sus terribles actos, simplemente se le ha colgado "el san benito" de cruel y maldita sin indagar más en su psicología.
A través de los tiempos, sobre todo en la literatura, la psicología de los personajes ha sido un punto importante a la hora de escribir y entender las obras de grandes épocas y escritores. El ejemplo está en el Realismo y Naturalismo Español con Benito Pérez Galdós, uno de mis escritores favoritos, donde los personajes son el eje vertebrador de la obra. Del mismo modo esto ocurre en la literatura clásica, pues los personajes son tomados de una tradición mitológica y se adecuan a una situación dramática, entre otras.

Pasemos a observar esta imagen. Deteneos unos segundos en ella. Por un momento imaginad que sois ella.

Nuestra sociedad está condicionada por una serie de convencionalismos. De ellos surge la palabra juzgar, del latín iudicare. ¿A que juzgáis a diario sin daros cuenta? ¿ Y a que os juzgan?  ¡Pues juzguemos a Medea!














En el siguiente post analizaremos el por qué de todos sus actos y la juzgaremos.